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EL ESTADO HA SIDO INCAPAZ DE IMPULSAR EL DESARROLLO DE LA AGROEXPORTACIÓN CON REGLAS CLARAS Y JUSTAS PARA EMPRESARIO Y TRABAJADORES

RCR, 12 de diciembre de 2020.- Humberto Correa Canovas, decano del Colegio de Economistas de Piura, sostuvo que el Congreso y el Gobierno han sido incapaces de impulsar el desarrollo de la agroexportación con reglas claras y justas tanto para los empresarios como para los trabajadores. En ese sentido, sugirió la necesidad de perfeccionar la ley agraria para favorecer el crecimiento de la economía y generar empleos. 

“Nadie puede decir que el reclamo no es justo, la forma violenta sí la rechazamos, pero se llega a esto por ineficiencia del Congreso de no saber atemperar las cosas, y las responsabilidades del Gobierno prácticamente se ha desdibujado en el aspecto fundamental de la actividad productiva y ni siquiera el aspecto de la pandemia se ha manejado. Ya no hay de donde sacar, ya se ha terminado la CTS, se está terminando AFP, el Estado no llega al área rural con los bonos. Hay un problema con la producción agrícola de este año y el campo está abandonado”, dijo.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), indicó que “cuando falla la institucionalidad, cuando no hay reglas claras y cuando quieres sacar ventajas, por las condiciones mismas en la que actúas se generan estos aspectos de corrupción”. “Ahí la informalidad siempre está presente en el grueso de las empresas favorecidas por el régimen especial y el nivel de informalidad al 2017 es superior al 80%”, afirmó.

“En cambio, la empresa grande que emplea más de 100 trabajadores y que puede llegar a demandar entre 6 mil a 26 mil trabajadores por empresa representa apenas el 2%. Son 17 mil empresas donde la informalidad es 12.7%. Esta ley en su derogatoria ha perjudicado a los pequeños y microempresarios”, mencionó.

“Ayer escuchamos al representante de Sunafil, están en la fase de crecimiento, de establecerse, de cómo hacer las cosas, pero se necesita más agilidad. Siempre cuando hacemos planeamiento estratégico y operativo, primero hacemos el diagnóstico, luego planificas y al mismo tiempo te organizas, para poder ejecutar. Nosotros pasamos de la ley a la ejecución y no sabemos la realidad y cometemos estos errores”, apuntó.

Recalcó que “no era necesario anularla, pero sí discutible y perfectible y es algo que se llamó la atención ayer”. “Esperamos que la leche o el agua se derramen para poder actuar y eso es lo que nos perjudica en las posibilidades de un crecimiento y de credibilidad de país que realmente quiere crecer. Tanto el sector empresarial como el Estado y los propios trabajadores que han perdido organización no permiten el establecimiento de ciertas mesas de trabajo permanente de diálogo en función de los resultados”, observó.

“Necesitamos cambiar la normativa con claros objetivos de generar empleos y divisas al país, porque somos un país pobre. La última década después con el 2011 el señor Humala ha deteriorado las condiciones de crecimiento de la economía y hemos tenido un Fenómeno del Niño, más pandemia, no hay cuerpo que lo resista. Y nosotros en vez de dialogar pensamos a dispararnos a los pies y es una situación grave para el país”, declaró.

El escenario es complejo y difícil

Correa aseveró que “el escenario es complejo y es difícil, y por eso es que necesitamos mejorar la norma especifica y comenzar a trabajar en otros aspectos como las ventajas del aspecto asociativo, incrementar informalidad, transferencia de tecnología”. “El censo agrario reveló que el Estado llegaba a menos de 20% con todo su aparato en transferencia de tecnología, los propios agricultores hacían más con un 30% y las empresas con un 20% y hay un total abandono que exige más productividad, pero no das nada”, precisó.

“Colombia aprendió de nosotros hace más de dos décadas perfilando todo un sistema de estadística agraria, sabiendo donde hay productividad, cuales eran los precios, como se manejaba la oferta hacia el mercado, a fin de no deteriorar los precios al agricultor. El problema que tenemos que disminuir la intermediación en la agricultura. Necesitamos tranquilidad, mesas simétricas para trabajar”, mencionó.

“Ahora tenemos un régimen general por la no vigencia y perdida de contratos, los que no van a ser impactados van a ser las empresas grandes que no van a sufrir un gran impacto, pero desde el mediano hacia abajo, sí perderá, porque ya no hay CTS, vacaciones y algunas otras contribuciones que se estaban dando y que se percibían diariamente. La baja será pequeña, entre 10 a 12%, pero cuando uno vive con 700 y 1,000 soles el que te quite 50 ya es importante”, anotó.

Señaló que “el problema es complejo, el país es complejo, la agricultura sigue siendo parte de la deuda pendiente de la modernización de la economía peruana y los impromptus que tenemos ahora tanto políticos como sociales nos están llevando a una preocupación, porque es lo que se quiere en el país”. “Después de tres décadas de crecimiento sí preocupa que va a pasar con la economía. Queremos crecimiento de la economía, del empleo y de las remuneraciones, pero eso no es automático y general, hay sectores que se van rezagando en función de las condiciones del mercado”, dijo.

“Si no estas teniendo resultados, necesitas incentivos y eso era lo que se pedía con esta ley de promoción agraria y los tratados de libre comercio para impulsar este sector. Los resultados los podemos ver, interesantes, aunque no perfectos, porque no se atacó toda la problemática del sector agrario. En la agricultura a nivel nacional uno de cada cuatro trabajadores pertenece al sector agrario, en Piura estábamos en casi 34%. Sí necesitamos normas especiales, pero queda un 75% que no reciben beneficios”, agregó.

“Es evidente que hay ganadores y perdedores y estos están en los que menos poder de negociación tienen, pero eso es perfectible si es que hay condiciones para conseguir un diálogo prepositivo, simétrico en el sentido de trasladar información, porque estamos hablando de 900 mil trabajadores en todo el país, que han resultado afectados por la disminución que hay en el crecimiento del salario, el cual al 2007 había crecido apenas en 4.2% y obviamente en las condiciones de crisis hay expectativas de que el salario crezca más”, puntualizó.

Remarcó que “debemos de aprender de sectores como el de Construcción Civil o como el industrial, donde cuando hay incremento en la productividad, cuando hay mejoras que se van sosteniendo en el tiempo”. “Nosotros actuamos en función del mercado internacional y si perdemos competitividad no hay posibilidades de incrementar las ganancias ni los salarios y eso es lo que debería estarse revisando. En el Perú el problema más serio que tenemos es que la información estadística del sector laboral es pésima”, subrayó.

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