Nota de prensa

Para ellas, la reactivación económica debe darse desde casa.

El riesgo de contagio, las desincentiva de continuar con la lactancia para evitar transmitir la enfermedad.

En el marco de las medidas dictadas por las autoridades para el regreso o reincorporación de trabajadores durante la actual emergencia sanitaria, la Defensoría del Pueblo advirtió que las gestantes y madres en periodos de lactancia no fueron incluidas en los grupos de riesgo que tendrían que mantener la cuarentena domiciliaria. Por ello, demandó su inclusión en estos grupos, pues, de lo contrario, se pone en riesgo a ellas y a sus hijos/as, ya que, de ser obligadas a regresar al centro de labores, estarían expuestas a un posible contagio.

Al respecto, cabe indicar que nuestra Constitución Política, en el artículo 23°, señala que es deber del Estado brindar una especial protección a la madre que trabaja. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud reconoce la especial protección que debe tener una mujer en estado de gestación, para lo cual la atención debe incluir el reconocimiento de los riesgos, la prevención y el tratamiento de enfermedades que puedan presentarse en esta etapa.

Adicionalmente, según advertimos en un informe, el problema de mortalidad materna se mantiene latente en nuestro país y urge enfrentarlo. Así lo reconoce la Política Nacional de Igualdad de Género, en donde se indica que el Estado debe adoptar medidas necesarias para fomentar los derechos de las gestantes y preservar su salud.

Además, en la Directiva Sanitaria N°097, emitida por el Ministerio de Salud (Minsa), se reconoce la importancia de la lactancia materna para la protección contra la morbilidad y la muerte en el periodo postneonatal, sobre todo contra las enfermedades infecciosas, ya que se produce una transferencia directa de anticuerpos y otros factores antiinfecciosos.

En ese sentido, forzar a las gestantes o a las madres trabajadoras que se encuentran en etapa de lactancia a concurrir al centro de labores las expone a un peligro latente de contagio, tanto por el desplazamiento como por la prestación de servicios en la empresa u organización. Incluso, en el caso de las segundas, pone en riesgo al hijo/a por la proximidad con las madres y las desincentiva a continuar la lactancia para evitar transmitir la enfermedad.

Cabe añadir que, en el caso que la madre trabajadora adquiera el virus, el proceso de lactancia se torna más complicado, ya que reviste una serie de rigurosos cuidados a fin de prevenir el contagio al bebé.

Por ello, la Defensoría del Pueblo ha recomendado al Minsa la modificación del Documento Técnico “Lineamientos para la Vigilancia, Prevención y Control de la Salud de los Trabajadores con Riesgo de Exposición a COVID-19”, a fin de que las gestantes y madres que se encuentran en periodo de lactancia sean incluidas dentro de los grupos de riesgo en relación al regreso o reincorporación al trabajo.

De la misma forma, este documento ha sido puesto en conocimiento del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), para posibilitar un abordaje intersectorial de esta problemática.