Fuente: Defensoría del Pueblo

Ante el incremento de población indígena contagiada y el aumento de la mortalidad en las comunidades nativas de las regiones fronterizas ubicadas en los departamentos de Loreto y Ucayali, la Defensoría del Pueblo solicita a los gobiernos de Perú, Colombia y Brasil, fortalecer el trabajo conjunto para proteger a los pueblos indígenas que habitan en la Amazonía. Asimismo, la institución pide atender las demandas de salud de las organizaciones indígenas e incorporar sus propuestas para la atención de la emergencia. Sólo una intervención articulada entre los gobiernos logrará salvaguardar la vida e integridad de la población más vulnerable del continente.

El coronavirus se expande con velocidad en la Amazonía, y cada vez es más evidente la rapidez de los contagios y las muertes. Así, al 25 de mayo se reportó que Loreto alcanzó 3,524 casos confirmados de COVID-19 y 280 personas fallecidas, presentando una tasa de letalidad de 7.9% que, sumado a Ucayali con 2,959 contagios y 104 decesos, reflejan el drama vivido por una población históricamente desatendida.

La situación de los pueblos que habitan en la zona de frontera de nuestro país es aún más riesgosa debido a la precariedad de los establecimientos de salud, la falta de medicinas e insumos básicos como el oxígeno, no contar con una conexión aérea estable para la provisión de servicios públicos, a lo que se adiciona la pérdida de personal médico, que también ha sido seriamente afectado por la pandemia.

Por ello, la Defensoría del Pueblo solicita al Ministerio de Relaciones Exteriores brindar un informe detallado sobre las medidas adoptadas en conjunto con los países vecinos frente al aumento de personas afectadas por la pandemia en las zonas amazónicas de frontera.

Asimismo, la entidad solicita al Ministerio de Salud y a los gobiernos regionales de Loreto y Ucayali implementar las medidas necesarias, con apoyo de la cooperación privada, con el fin de mejorar la atención permanente de los pueblos de nuestras fronteras. La Defensoría del Pueblo demanda que se envíe más personal médico, oxígeno, medicina y alimentos a estos lugares. Los esfuerzos actuales son insuficientes como se advierte en los reportes de las autoridades regionales y locales.

Un ejemplo de ello, es la información del Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Loreto que señala que, el 25 de mayo de 2020, la Dirección Regional de Salud de Loreto, envió un médico, una enfermera y un obstetra a la localidad fronteriza de Caballococha. Este equipo no sólo enfrentó la tarea de atender a 20 pacientes con COVID-19 en tratamiento, de los cuales 10 son oxígeno-dependientes, sino que también tuvo que realizar una cesárea a una joven indígena Ticuna de 17 años con diagnóstico de COVID-19. Adicionalmente, debe desplazarse durante esta semana a las zonas fronterizas de Bella Vista Callaru, Santa Rosa e Islandia, para realizar atenciones durante 02 días consecutivos en cada lugar.

Por su parte, la municipalidad fronteriza de Mariscal Ramón Castilla informó la llegada de algunos balones de oxígeno gracias a que un empresario pagó el flete de un avión. La aeronave logró aterrizar con el apoyo de los mototaxistas y motos que alumbraron la pista de aterrizaje de la localidad, donde embarcaron a los pacientes más graves para trasladarlos a la ciudad de Iquitos.

Todos estos hechos revelan la gravedad de la actual situación y exigen que las autoridades actúen con rapidez, decisión y coordinando con las autoridades comunales y sus organizaciones indígenas quienes poseen información valiosa sobre sus necesidades y realidad geográfica. La vida de las comunidades amazónicas se encuentra en grave peligro.