RCR, 07 de febrero de 2020.- Roberto Chocano, director de Asiste Perú, sostuvo que el decreto de urgencia 017-2020, que establece medidas para el licenciamiento de los institutos y escuelas de educación superior, es un cambio en las reglas de juego que atenta contra el desarrollo de los institutos privados al establecer el silencio administrativo para desconocer la renovación de los licenciamientos.
“Es una norma apresurada y en algunos casos con desinformación, pues algunos artículos son un obstáculo para lo que busca una institución privada, que es un trabajo coordinado con el Ministerio de Educación para una mejora y modernización que se traduzca en una oferta de calidad como se da desde hace muchos años en los institutos de Asiste”, dijo el promotor en el programa “Hablemos de Educación” de RCR. Advirtió además que “el gran problema es que este cambio de reglas y cambio en la normatividad genera zozobra e inestabilidad”.
Sostuvo que “el silencio administrativo está normado por una ley que establece que el espíritu es para cuando algún organismo del Estado por falta de recursos o capacidad de gestión no puede emitir una respuesta en el plazo establecido”. “El espíritu de la norma es siempre positivo porque si el Estado no cumple en responder en los plazos establecidos el beneficio es para el ciudadano y la empresa”, remarcó.
“Con este decreto de urgencia si el organismo o la autoridad educativa no contesta en los plazos, la autoridad te va a decir: ‘Bueno, licenciamiento denegado, te cerramos’. Eso no sólo significa un perjuicio para los alumnos sino para la organización misma, los profesores y personal administrativo. La educación privada ha crecido y modernizado sustancialmente en la mayoría de los institutos que trabajamos en forma seria correcta y honesta”, destacó.
Expresó que “casi la totalidad de los institutos que conforman la asociación pasamos por la certificación de calidad de Sineace”. “Aplaudimos la iniciativa de mejorar los estándares de calidad, porque nosotros habíamos pasado por un proceso de revalidación y acreditación. Teníamos nuestro sello en forma de colibrí, que debía convertirse en un sello distintivo que diferencie a todos aquellos institutos que trabajamos seriamente de aquellos que no deberían estar funcionando como los institutos de garaje, con aulas de tres carpetas, con locales funcionando en el segundo piso de un chifa”, dijo.
“Nosotros siempre aplaudimos no solamente la acción fiscalizadora del Ministerio de Educación, sino que aplaudimos la creación y el trabajo de Sineace en este proceso e intención de mejorar los niveles de calidad de los institutos. Yo reconozco la labor de la señora Peregrina Morgan que lideró este esfuerzo que se diluyó por cuestiones ya más políticas más una falta de conocimiento”, manifestó.
Insistió en que “el silencio administrativo negativo está una ‘espada de Damocles’ para los institutos actualmente acreditados”. “El silencio administrativo negativo te dice: ‘Bueno, no te pude responder entonces te cierro’ y eso es un peligro. En este nuevo proceso con nuevos plazos y nuevos requisitos se corre un riesgo de incumplimiento del plazo por parte de la autoridad”, indicó.
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