Fuente : Diario Pregón 

En 2 años de pandemia, Apurímac registró mil 113 fallecidos y 48 mil 906 contagiados por la COVID-19, habiendo sido muy duro todo este tiempo para la población sobre todo para Abancay, que registra mayores pérdidas humanas y actualmente, el Cementerio Condebamba alberga en uno de sus pabellones a la mayoría de estas víctimas.

Niños, jóvenes y ancianos dejaron esta vida desde que llegó esta enfermedad al Perú, otros pasaron los momentos más duros para superar una enfermedad nueva, pero gracias a las vacunas, hoy después de dos años los infantes y adolecentes pueden retornar a clases escolares presenciales.

El caso cero en Apurímac se reportó en la provincia de Andahuaylas. Un ciudadano andahuaylino que retornaba de Lima fue quien puso las alertas en esta región y aunque había contradicciones de cómo llegó, pero logró recuperarse satisfactoriamente y vive para contarlo.

La primera víctima de esta enfermedad, también fue reportado en la ciudad chanka y a pesar que vivíamos restringidos de nuestros derechos de tránsito y con un confinamiento, la enfermedad avanzó y poco a poco las camas UCI que sirven para darle esperanzas de vida a los pacientes críticos quedaban ocupadas al tope.

La primera ola de la enfermedad fue poco complaciente con nuestra región a pesar de la gran cantidad de retornantes, pero vino una segunda ola que se llevó a cientos de familiares, amigos y conocidos, mientras tanto, el dolor se profundizaba en todas las provincias. La tercera ola fue también leve y así llegamos a este 16 de marzo del 2022.

Lamentablemente el fin de semana que pasó fue decepcionante para el sector salud, puesto que autoridades de diferentes municipios autorizaron y organizaron eventos culturales de carnaval, la misma que concitó a cientos de personas que no utilizaban mascarillas y tampoco respetaban el distanciamiento y festejan entre bailes y consumo de alcohol como si no hubiésemos aprendido nada. Ojala no tenga consecuencias.