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CIFRAS MACROECONÓMICAS VERSUS REALIDAD

Escribe: Ing. Rómulo Mucho

En el año que concluye, hemos alcanzado un crecimiento de 2.2% en nuestro PBI, este crecimiento es muy bajo si se tiene en cuenta que para alcanzar un verdadero proceso de desarrollo sostenible, necesitamos crecer a una tasa mayor al 5%. Ninguno de los pronósticos realizados por entidades importantes, nacionales como el MEF, BCRP, BBVA Research y Credicorp e internacionales como el Banco Mundial, FMI, Cepal se han cumplido. El MEF pronosticó que nuestro PBI iba a  crecer 4.2%, lejos de dar una explicación científica al desacierto (ya que la economía es una ciencia social) ahora están intentando mostrar un panorama de “avance” para el país, cuando la realidad nos dice que la pobreza se ha detenido o puede rebrotar como sucedió en el 2017 cuando crecimos al 2.5%.

En todo país existen los pobres extremos, los pobres, la clase media y la denominada clase alta. En épocas como la que estamos viviendo, no a todos les va mal. Quien más está sintiendo el problema de la pobreza -que las cifras oficiales no muestran-  es la clase pobre, la que tiene a más de 6 millones de personas, en condiciones de vida, en no pocos casos, alejadas de la dignidad humana. La pobreza es carencia de agua potable, de servicio de electricidad, de servicios de educación y salud públicas de calidad. La infraestructura de educación y salud están cada vez más deteriorados. Se requiere urgentemente inversiones en estos sectores. Sin estos servicios básicos, un ser humano está condenado al fracaso.

Pero como no a todos les va mal, crecen las brechas sociales que impiden la adopción de acuerdos en consenso entre peruanos. Esto es grave si se tiene en cuenta que la situación descrita, empieza a generar un descontento social, que es aprovechado por algunas minorías para empezar a cuestionar el modelo, que si bien es cierto, no es perfecto, ha permitido superarse a todos aquellos que han deseado hacerlo. Por este motivo, es importante que el gobierno explique a la población por qué no se han cumplido sus pronósticos, los entendidos podemos identificar algunas causas externas, pero en gran medida han sido causas internas de deficiencia de gestión  de gobierno en todos sus niveles. Esto ayudará a enmendar los errores, nada se gana tratando de “pintar” un escenario bonito, cuando la calle, los asentamientos humanos marginales, las comunidades campesinas y las zonas rurales, nos dicen a gritos que la situación económica no mejora y que más bien rebrotan los males sociales, que al final pueden ser motivos de convulsiones sociales.

El éxito de una economía radica en el crecimiento de todos, de la clase alta, de la clase media y de los pobres. La riqueza no es una constante en el universo. La riqueza se genera día a día. No se puede permitir ni creer que el crecimiento de la riqueza de las grandes empresas, sea a costa de la pobreza de los más necesitados. Al actual gobierno le ha faltado ocuparse del tema productivo. Sin restarle importancia al tema de la reforma política y la lucha contra la corrpción, debió ocuparse también del agro, de la minería, de la pesca, del turismo, de la diversificación productiva, del desarrollo de infraestructura, labores de prevención de desastres naturales, entre otros. Sin estos elementos es imposible generar recursos que nos permitan crecer y sin crecimiento, no hay “caja” para resolver los grandes problemas del Perú. No existe en el mundo, un solo caso en el cual se haya dado desarrollo sostenible, si previamente no se experimenta un crecimiento económico notable. Crecer poco es preocupante. Crecer poco y “maquillar” este crecimiento es peor. La mejor manera de combatir la pobreza, es generando puestos de trabajo bien remunerados. Esto hará que nuestra economía se formalice. Con mayor inversión y eficiencia por parte del Estado en el uso de los recursos, nuestra historia será otra.