RCR, 08 de julio de 2025.- Jhon Pacherrez, alcalde delegado del Centro Poblado Santa Ana, ubicado en la margen izquierda de Tambogrande, denunció una alarmante escasez de agua potable en diversos caseríos de la localidad, citando el deficiente sistema de abastecimiento a través de cisternas, lo que no permite atender adecuadamente a la población.
“El sistema de la distribución del agua en la zona es muy deficiente, prácticamente va a llegar a su punto obsoleto porque dependemos de maquinaria que es dotada por la Municipalidad de Tambogrande, pero hace tres meses la dotación de agua se ha reducido drásticamente, de recibir tres viajes semanales por sector, apenas se recibe uno, es decir, solo un promedio de 7 a 8 bidones de 20 litros por familia”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Desatención e incumplimiento de municipalidad
Precisó que el problema radica en el abandono de compromisos por parte de la Municipalidad Distrital de Tambogrande, responsable del sistema de distribución, pese a que existen actas y promesas para mejorar el servicio, como la instalación de cañerías en lugar del uso de cisternas.
“El proyecto está paralizado desde 2023 por trabas administrativas y falta de seguimiento, sabemos que ya tiene un presupuesto asignado que llega casi a los 3 millones de soles, pero que a la fecha no se ha logrado concretar. Incluso, se han levantado observaciones y se viene trabajando la actualización del expediente, aunque más allá del compromiso de que se cumpla y que funcione la obra todavía no lo sabemos”, expresó.
Asimismo, Pacherrez informó que el Centro Poblado Santa Ana enfrenta otras demandas urgentes, como la rehabilitación de corredores viales que actualmente se encuentran en estado crítico. “Si bien en educación, se han culminado nuevas infraestructuras para primaria y secundaria, el nivel inicial sigue sin condiciones adecuadas”, anotó.
Finalmente, recordó que en 2021 la zona fue declarada en emergencia hídrica por la Defensoría del Pueblo, y pidió a las autoridades locales, provinciales y regionales que asuman su responsabilidad con una población históricamente olvidada. “No pedimos favores, exigimos el cumplimiento de un derecho fundamental. El acceso al agua no puede seguir siendo una promesa electoral incumplida”, concluyó.