RCR, 15 de Julio 2022 .- Jaime Antezana, especialista en Seguridad, Orden Interno y Narcotráfico, señaló que grupos armados del Cartel de Sinaloa y la disidencia de las FARC se encuentran en una sangrienta guerra por los cultivos de hoja de coca en la cuenca del río Putumayo, en Loreto. Precisó que todos los días mueren decenas de narcoguerrilleros durante el traslado de droga en la frontera con Colombia.
“En diciembre del 2021 va a haber el inicio de una disputa armada. El día 24 al 25 de diciembre y del 31 de diciembre al 1 de enero de este año hay enfrentamientos armados entre los disidentes y el Cartel de Sinaloa, por el control de ambos lados de la frontera. En estos enfrentamientos hubo 15 muertos”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que en el enfrentamiento del 23 de enero hubo más de ocho muertos. “Esto va a ser frente a Puerto Leguizamo. El tercer enfrentamiento va a ser el 22 de marzo en Peña Blanca, en el lado colombiano. El enfrentamiento tuvo el mayor costo que haya podido verse en esta zona, 16 muertos solo del lado de Sinaloa, a manos de los disidentes. Fue un combate donde la disidencia de las FARC mostró toda su capacidad de fuego, como narcoguerrilla”, indicó.
Enfatizó que todos los días hay decenas de muertos en la cuenca del Putumayo. “Todos los días llegan grupos a trasladar la droga y hay gente que muere. Ahora la situación es que, en esta zona de alta violencia criminal asociada al narcotráfico, van a tener que arribar a un acuerdo. Y el acuerdo es que los disidentes se quedan en el lado colombiano y en el lado peruano se quedan los de Sinaloa”, afirmó.
Señaló que la situación del Putumayo debería ser de alta preocupación por la seguridad nacional del país. “Hay tres grupos armados que se disputan el control del tráfico de la droga. Uno de ellos ha salido de lo que fue la FARC y no están de acuerdo con el acuerdo de paz del 2016, del 2017 y 2018. Han ingresado a esta zona para continuar con el tráfico de drogas, la minería ilegal y la tala ilegal de madera”, expresó.
“Ya en esos mismos años aparece el grupo de los Sinaloa, que aparece en alianza con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Al inicio de la pandemia, en febrero del 2020, convocan a un paro armado y estaba en juego el control de la cuenca del Putumayo. Con el paro de febrero esta alianza va a lograr controlar el Putumayo”, agregó.
Afirmó que cuando el Cartel de Sinaloa llegó el 2018, ellos se presentaron a las comunidades y a las autoridades comunales y políticas. “Dijeron que son Sinaloa, claramente y abiertamente a la población y empezaron a tener cultivos de coca, pozas de maceración, laboratorios propios, en el distrito Teniente Manuel Clavero”, declaró.
“En el lado peruano está la coca, porque en el lado colombiano hubo una fortísima erradicación el 2020. En Colombia hubo 130 mil hectáreas de coca erradicadas. La coca de Colombia fue erradicada y el cultivo se ha trasladado al lado peruano y con ello los grupos armados. Para ellos no existe la frontera. Esta zona es disputada por ser una zona de alta producción de coca”, explicó.
Informó que en el Putumayo se calcula que hay unas 10 mil hectáreas de cultivos en la parte alta y otras 10 mil entre el medio y el bajo Putumayo. En suma, habría alrededor de 20 mil hectáreas de coca y eso está en disputa. Hay fuerzas de vigilancia con seis soldados, que no van a chocar con tres organizaciones armadas, que se calcula tendrían 1,800 hombres armados. Prácticamente, esto es imposible contrarrestar por la Policía”, subrayó.
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