Exviceministro de Desarrollo Social, Iván Hidalgo, manifestó que el Estado debe invertir en nuestra infancia, que es nuestro principal capital humano, en lugar de alardear índices de competitividad y un eventual ingreso al club de naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).        

RCR, 14 noviembre.-  Los índices de anemia en las zonas rurales del Perú se han extendido en los últimos ocho años, al pasar del 49 % en el 2011, al 51 % de la misma forma que en el promedio nacional, pese al incremento de los presupuestos para combatirla, denunció el exviceministro de Desarrollo Social, Iván Hidalgo.

“Es decir, a pesar de haberse triplicado el presupuesto, en los últimos ocho años, se ha incrementado la anemia. Los casos de desnutrición tampoco han disminuido ostensiblemente. Tenemos severos problemas en incrementar el porcentaje de lactancia materna. Aún no disminuyen los indicadores más importantes, y eso nos debe llamar a la reflexión”, subrayó.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre los años 2016 y 2018 unos 3 millones 100 mil peruanos sufrieron hambre (promedio anual) por estar subalimentados, lo cual representa al 9.7% de la población.

De acuerdo a la FAO, la cifra es mayor al promedio del trienio entre el 2013 y 2015, cuando se registraron 2.8 millones de peruanos subalimentados, señala el informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2019”, elaborado junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA o WFP, por sus siglas en inglés).

“Estos datos son graves desde hace ocho años. Tiene que mucho ver con el estado de la anemia, la cual es una asesina silenciosa que no permitirá al país desarrollarse, porque nuestros niños –ante el hambre– no podrán desarrollar sus habilidades intelectuales en el futuro”, alertó Hidalgo.

En ese sentido, el doctor en Gobierno y Políticas Públicas se preguntó de qué sirve tener mucho presupuesto y estar distraídos en muchos temas; si seguimos en este camino, el Perú “no va a tener futuro”.

“Nuestros niños, cuando vayan a la escuela subnutridos y con hambre, como dice la FAO, no podrán entender lo que se les enseñe. Y en esta nueva era de la revolución tecnológica, no entenderán los cambios, ni se adecuarán a un nuevo escenario, en el que si no se tiene la capacidad de entender las ciencias, no podrán insertarse en el mercado laboral”, remarcó.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Hidalgo manifestó también que el Estado debe invertir en nuestra infancia, que es nuestro principal capital humano, en lugar de alardear índices de competitividad y un eventual ingreso al club de naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Y eso es lo debemos buscar resolver. Parece ser que estuviésemos en otro país. Parece ser que  no interesa que el año pasado el ministerio de Salud no pudo comprar un 50 % de medicamentos para los más pobres. Parece ser que no interesa que la mitad de los niños no tiene capacidad de aprendizaje, porque su cerebro no se está desarrollando.  Parece ser que muchos prima el circo, pero realmente no nos ocupamos del futuro del país”, aseveró.

Recordó que un elemento fundamental para entender el fenómeno de la persistencia de elevados índices de hambre y desnutrición en el Perú, están en las causas que lo provocan.

“Las causas están en no tener acceso al agua potable, a (la falta de) un sistema de alcantarillado, a no tener, en la vivienda, elementos que puedan dar acceso a la salud. A nuestro deficiente sistema de salud. Y si encima tenemos un sistema educativo que es el peor de Latinoamérica, estamos configurando a un peruano que no tendrá la capacidad de poder insertarse en un mundo laboral cambiante”, puntualizó.

En ese sentido, refirió que el principal programa social es el empleo, y la única forma en el mundo en que éste ha demostrado ser masivo, es cuando hay crecimiento económico.

“No hay otra opción. Con crecimiento económico y empleo, los padres pueden tener dinero en el bolsillo para comprar alimentos. Esos temas hay que abordarlos. No puede ser que el presupuesto de la República se devuelva en Salud, Educación y programas sociales. Eso es un crimen. Lo que hay es mucha demagogia, mucha palabrería, mucha gente y mucha consultoría barata de pura fotocopia. Gente que en su vida ha hecho trabajo efectivo”, enfatizó.

El exfuncionario denunció que sí existen estrategias viables y simples para reducir sustancialmente los altos índices de anemia y desnutrición en el país, pero que –anotó– no se ponen en práctica, por incapacidad de los sucesivos gobiernos que han sucedido en las últimas décadas.

“Un reciente estudio de investigación, que tuve el honor de conducir, salió con una conclusión, en función del ingreso de madres en extrema pobreza en zonas urbanas de Lima, (que) sí se podía reducir la anemia del 50 al 16%, en seis meses, concientizando a la madre que con uno o dos soles puede cocinar con productos que contengan hierro para sus niños. No es un tema de recetarios o de grandes campañas publicitarias. Es un tema de las propias madres líderes, en cada comunidad, de enseñar a las otras madres cómo alimentar a sus niños, con lo que tienen”, especificó.

Tras indicar que el combate de la anemia y la desnutrición implica una estrategia multisectorial, con un abordaje económico y social, Hidalgo expresó que el Perú tiene que crecer mínimamente entre 4 a 5 % “para ir sacando paulatinamente a la gente de la pobreza y generar la potencialidad para crecer hacia al futuro”.

“El Perú tiene los suficientes recursos para impulsar cincuenta proyectos de gran envergadura que posibiliten mejorar, no solo nuestros niveles de competitividad y productividad; pero con crecimiento a estas tasas, porque si no el crecimiento de la población nos lo va a bloquear”, concluyó.

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