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ALERTAN SOBRE RIESGO DE CAPTURA GREMIAL EN ESSALUD CON PROYECTO DE LEY EN EL CONGRESO

FUENTE: ESSALUD

  • Se otorgaría dos asientos en el directorio a gremios de médicos y enfermeras, disminuyendo la representación de asegurados y empleadores, advierte Horizonte Laboral.

Lima, 21 de octubre de 2025.- La organización Horizonte Laboral, especialista en políticas públicas laborales, advirtió sobre los graves riesgos que implica el Proyecto de Ley 11207/2024-CR, actualmente en debate en la Comisión de Trabajo del Congreso, que propone incorporar dentro del Consejo Directivo de EsSalud a dos representantes gremiales de médicos y enfermeras, recortando la representación de los asegurados y los empleadores. Horizonte Laboral señala que esta medida rompe la conformación tripartita respaldada por convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Mayen Ugarte, directora ejecutiva de Horizonte Laboral, señala que, desde hace décadas, EsSalud se rige por un modelo de gobernanza tripartito, en el que el Estado, empleadores y asegurados (trabajadores), participan con tres representantes cada uno, en igualdad de condiciones, y quien preside la institución es un representante del Estado.

“Este modelo responde a estándares internacionales de la OIT y garantiza que quienes financian el sistema tengan voz y voto en su gestión. Sin embargo, ahora el proyecto le quita dos asientos a los empleadores y un asiento a los trabajadores asegurados”, explicó.

Agregó que incorporar actores gremiales distintos al tripartismo, rompe el equilibrio y puede confundir la representación técnica con agendas políticas o gremiales, abriendo la puerta a una captura institucional. “Los gremios profesionales no aportan al financiamiento del sistema; si bien tienen un rol legítimo para la defensa de las condiciones laborales de sus afiliados, no deberían decidir sobre el presupuesto o políticas institucionales pues serían juez y parte”, dijo Ugarte.

Consideró que otorgar dos asientos en el órgano que define la gestión de recursos, políticas institucionales y relaciones laborales, generaría un conflicto de interés evidente. “Los gremios profesionales estarían representados como trabajadores y a la vez como reguladores de sí mismos, debilitando la imparcialidad del directorio”, puntualizó.

Sostuvo que, a este problema se agrega que, en los últimos meses, en la misma Comisión de Trabajo se han impulsado iniciativas que incluyen más nombramientos de personal sin base técnica y beneficios retroactivos para trabajadores CAS permanentes, dejando de lado los problemas estructurales que padecen los usuarios en la seguridad social.

Situación crítica de EsSalud

Horizonte Laboral señala que actualmente EsSalud enfrenta una triple presión: Primero, una gestión administrativa frágil, con deterioro de su sostenibilidad financiera y una rotación constante de autoridades, que afecta la eficiencia y la continuidad de las políticas.

Segundo, la expansión desordenada de prestaciones, muchas veces impulsada por decisiones políticas, que no tienen respaldo financiero. Y tercero, el envejecimiento acelerado de la población asegurada, que incrementa la demanda de servicios sin un crecimiento proporcional de la base contributiva, limitada por una informalidad laboral superior al 70%.

El resultado es un sistema tensionado al límite: más del 50% del presupuesto se destina a planillas, mientras la infraestructura médica y hospitalaria sigue deteriorada, los servicios se encuentran saturados y la confianza de los asegurados se desploma. Cada vez más ciudadanos prefieren no atenderse en EsSalud, pese a realizar aportes obligatorios”, comentó.

Horizonte Laboral advierte que alterar la composición del Consejo Directivo no resolverá estos problemas estructurales. En su lugar, plantean priorizar una reforma integral centrada en profesionalizar la gestión, recuperar la confianza, impulsar la formalización y ordenar el sistema prestacional bajo criterios técnicos y financieros sostenibles.

“El Congreso debe actuar con responsabilidad y sentido de Estado. Transformar su directorio en una mesa de negociación gremial sería un retroceso histórico. La seguridad social no puede ser un campo para disputa gremial o política”, concluyó.