Fuente : Ministerio de Salud
“Tenemos que cuidarnos y tomar todas las medidas de precaución”, indicó Sister Valera, al abandonar el nosocomio limeño
Con muchas ganas de regresar a su tierra natal y retomar sus actividades, el alcalde de la provincia de Tocache, Sister Valera (43), abandonó el Hospital Emergencia Ate Vitarte tras vencer la COVID-19. La autoridad sanmartinense recomendó a la población acatar las medidas sanitarias dictadas por el Gobierno para reducir la propagación del virus.
“Lo que me ha tocado vivir no se lo deseo a nadie y para no llegar a esto, tenemos que cuidarnos y tomar todas las medidas de precaución como el uso de mascarilla, el correcto lavado de manos y respetar el distanciamiento social”,
El valiente padre de dos hijos, quien reside en el mismo centro de la ciudad de Tocache, cuenta que se contagió cuando recorría diversas comunidades para desarrollar actividades en beneficio de la población, que estaba siendo duramente golpeada por esta enfermedad.
Sister presentó diversos síntomas como tos, fiebre, malestar general e insuficiencia respiratoria, los cuales se fueron agravando. Del Hospital II de Tocache fue trasladado de emergencia hacia el nosocomio limeño, donde ingresó a la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN) el pasado 15 de agosto y permaneció 10 días.
Al respecto, el médico especialista en Emergencias y Desastres, doctor Alejandro Morales, manifestó que el paciente ingresó en estado crítico causado por la COVID-19, con un compromiso bastante extenso y pronóstico reservado, pero gracias al tratamiento oportuno que se le brindó, el paciente pudo tolerar de manera adecuada los procedimientos de la ventilación invasiva.
“Gracias a la labor del personal de salud, tuvo una evolución favorable y respondió de manera adecuada al tratamiento. Hemos tenido el gusto de que salga de la ventilación artificial en buenas condiciones. Ahora continuará su recuperación en su hogar”, indicó el galeno.
Durante su salida, el 25 de agosto, el líder de la provincia de Tocache, mostró alegría y total agradecimiento con los médicos y enfermeras que cuidaron de su salud, brindándole la atención necesaria y ayudándolo a ganar esta batalla.
“Que te traten como una persona y no por tu condición de autoridad, sino de ser humano, es lo que hace falta en el mundo. Absolutamente todos los que he podido conocer son personas con vocación de servicio y eso los hace diferente de otros lugares”, agregó.
