Félix Antelo, CEO de Latam Airlines, alerta la situación que atraviesa el aeropuerto capitalino, llegando en ocasiones a colapsar. La segunda pista de aterrizaje así como la ampliación de sus instalaciones es un necesidad latente y su ausencia genera una serie de impactos económicos. ¿Cuáles son?
Uno de los principales problemas que enfrentan las líneas aéreas locales y foráneas que operan en el país es la capacidad de los aeropuertos regionales y – sobre todo – del aeropuerto internacional Jorge Chávez que llegó a su nivel máximo, necesitando con urgencia la ampliación de sus instalaciones.
“La infraestructura es la principal amenaza que tenemos a futuro si queremos alcanzar al objetivo que tenemos de transportar al 2020, 16 millones de personas. Actualmente trasladamos a 10.5 millones”, refirió a Gestión.pe el CEO de Latam Airlines, Félix Antelo.
En ese contexto, especificó los tres grandes problemas que enfrenta la infraestructura aerocomercial. La primera es el aeropuerto internacional Jorge Chávez. “Está fue diseñada para una capacidad de 10 millones de pasajeros al año, pero actualmente alberga 16 millones de pasajeros, usándose en exceso un 60%”, alertó el ejecutivo.
Ante lo cual, consideró que “urge” cambios tomándose en cuenta que este año albergará a un millón de pasajeros más, llegando a los 17 millones de personas. “Esto uno lo siente cuando viaja, dado que hay horas dónde el aeropuerto simplemente colapsó”, subrayó.
El segundo gran problema es el aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete, de Cusco, que también está operando al doble su capacidad, a la que se añade como tercer gran desafío el resto de aeropuertos en provincias que requieren de mayor modernización y mejoras, debido a que están siendo impactadas por los embates climáticos.
“Pero si me tendría que concentrar en una sola, sin duda sería en el aeropuerto de Lima porque implica (de continuar en las mismas condiciones) un cuello de botella para el crecimiento del mercado nacional y también del internacional, que implica crecer de Perú hacia el mundo y traer el mundo a Perú”, advirtió el ejecutivo.
Este panorama se refuerza aún más, tomándose en cuenta que todavía no se suscribe la adenda para la ampliación de la segunda pista de aterrizaje y de otra terminal en el aeropuerto capitalino. A fines de enero, como se recuerda, el titular de la Transporte y Comunicaciones, Martín Vizcarra, indicó que en dos semanas se suscribiría la adenda para la ampliación del aeropuerto limeño con Lima Airport Partners (LAP)
“Lima es la única capital de Sudamérica que tiene una pista de aterrizaje cuando Buenos Aires (Argentina) tiene dos pistas, lo mismo ocurre en Santiago (Chile), San Pablo (Brasil) y Bogotá (Colombia). A lo que suma que, por su ubicación geográfica, Lima es un hub (centro de conexión) con lo cual deberíamos tener dos pistas. En esta carrera, si no nos apuramos, Bogotá nos puede ganar”, alertó.
Antelo agregó que los empresarios aerocomerciales están sumamente urgidos para que la infraestructura pendiente se concrete, de lo que contrario las pérdidas serían enormes. “Este es un tema que le interesa al país, ya que forma parte de su estrategia para atraer a un mayor número de visitantes”, reflexionó.
Mientras tanto, ¿qué se puede hacer?
La ampliación de la segunda pista de aterrizaje así como de la terminal de pasajeros tomará, si es que se concreta pronto, unos cuatro a cinco años en promedio tiempo en el que, en opinión del ejecutivo de Latam Airlines, se pueden tomar algunas medidas alternativas para enfrentar la situación actual del aeropuerto capitalino.
Esto es aumentar las operaciones por hora en pista de 32 operaciones por hora, que es actualmente, a 45 operaciones así como contar con terrenos disponibles para el estacionamiento de las aeronaves lo que ayudarían a mejorar el flujo de las mismas; contar con un mejor sistemas de equipaje y más puestos de migraciones; mas cintas magnéticas; más buses de acercamiento.
A lo que suma mejores acceso al aeropuerto así como estacionamientos y zonas de embarques. “Todo esto se puede trabajar si tenemos la determinación de hacerlo tanto las líneas aéreas como el concesionario, las autoridades, las agencias de viajes, en fin, todos los involucrados en el sector. Es cuestión de tener esa determinación hasta que llegué la segunda pista de aterrizaje”, especificó.
Perjuicios generados
¿Qué perjuicios está causando esta situación? Al respecto, Antelo subrayó que el primer impacto es hacia los pasajeros y al servicio que se les brinda.
“Volar, actualmente desde y hacia Lima, muchas veces dependiendo del horario es una experiencia que no es la más placentera: se hacen muchas colas, en muchas casos no hay ingreso al avión por mangas y se tiene que usar buses; o los vuelos esperan en la pista hasta media hora porque los aviones no pueden despegar ante el colapso del Jorge Chávez. El primer perjudicado es el pasajero y es algo que más nos preocupa mucho”, alegó.
El otro gran perjuicio que genera el colapso del aeropuerto internacional Jorge Chávez, es económico. “Cuando las aeronaves no pueden entrar por tráfico aéreo tienen que sobrevolar, situación que puede durar hasta 20 minutos, lo que es combustible que se gasta”, precisó.
Por último hay un perjuicio que es complicado cuantificar como son las oportunidades perdidas.
“Estas son todas las operaciones que no se lanzan por estas restricciones. No ha sido nuestro caso, ya que hemos sido muy activos en los últimos dos años lanzando 10 nuevas rutas, pero nos tuvimos que ir acomodando en horarios no óptimos, porque los horarios óptimos ya están totalmente colapsados, pero esto es mejor a esperar”, reflexionó.
Fuente: Gestión