Analista político, Oscar Schiappa Pietra Cubas, manifestó que a partir de esta nueva etapa, se produzca la demandada renovación de la clase política nacional.  

RCR, 14 octubre 2019 .-  Los actuales actores políticos del país tienen la obligación histórica para con las nuevas generaciones -de cara al bicentenario de la independencia nacional-, de no entregar un país con un sistema democrático tan podrido como que actualmente tenemos, demandó el analista político, Oscar Schiappa-Pietra Cubas.

“Tenemos una deuda histórica, frente el bicentenario que se nos avecina…   No le podemos entregar a los jóvenes y las futuras generaciones del Perú, un país con instituciones tan carcomidas por toda clase de intereses corruptos, donde el narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal y la pesca ilegal, son quienes gobiernan detrás de las bambalinas, con el apoyo cómplice de algunos miembros del Congreso (recientemente disuelto) y algunos otros malos funcionarios”, subrayó.

Respecto a la situación política del país y la reciente disolución constitucional del Parlamento, refirió que, sin apartarse del marco constitucional, existe una realidad concreta que está expresada en la voluntad de la ciudadanía.

“De acuerdo a diversas encuestas de opinión, la inmensa mayoría de la ciudadanía estaba absolutamente harta de la conducta existente en el Congreso, por la relación de diversos congresistas con toda clase de intereses criminales, por la conducta mantenida frente al Ejecutivo de un constante obstruccionismo, por la protección inaceptable dada en el Congreso a personajes corruptos, como el señor (Pedro) Chávarry, por ejemplo”, enfatizó.

Ciudadanía ha tomado conciencia de no permitir prácticas corruptas de políticos

En ese sentido, destacó que la ciudadanía se ha ido adquiriendo conciencia que la democracia no debe tolerar ese tipo de conductas.

En declaraciones al programa “Hora de Cambio” de Red de Comunicación Regional (RCR), Schiappa-Pietra manifestó también su expectativa porque, a partir de esta nueva etapa, se produzca la tan demandada renovación de la clase política nacional.

“Yo tengo la expectativa de que se avance en esa dirección. Ciertamente, yo veo que mucha gente joven, con real compromiso patriótico, valores y convicciones de honestidad y de servicio público, que son admirables. Y que debo decirlo, con profunda verguenza, no encuentro generalmente entre la gente de mi generación”, enfatizó.

Lamentó igualmente que los partidos políticos no puedan ser vehículos a través del cual las nuevas generaciones entren al mundo de la política y adquieran experiencia, desde las esferas municipal, regional, hasta la nacional, con el Poder Ejecutivo y el Parlamento.

“Pero no tenemos esos partidos políticos. Lo que tenemos sin etiquetas, muchas de las cuales, incluso, se ponen en alquiler al mejor postor para los procesos electorales. O lo que tenemos son     clubes personalistas, donde hay un caudillo o una ´caudilla´, que es, simplemente, ´el que corta el jamón´ y (que) lo decide todo. Eso no es democracia. Eso tiene cambiar. Tenemos que crear partidos políticos sólidos que permitan el desarrollo de esa carrera de servicio público, a través de la vida política. No hay eso”, puntualizó.

En cuanto a la interpretación de la Constitución por parte de los actores políticos, indicó que existen dos elementos a considerar.

“Número uno. El derecho constitucional es una disciplina que se ubica a mitad de camino entre lo jurídico y lo político. Eso no significa que las normas no deban analizarse y respetarse escrupulosamente. Pero, al hacerlo, hay consideraciones de carácter político que tiene que ser tomadas en cuenta. Al lado de eso está el hecho que la Constitución no debe ser asumida como una especie de ´biblia´ intocable, y escrita en piedra. La Constitución tiene que ser siempre un instrumento dinámico…  de ir adaptando la interpretación constitucional a los cambios que las circunstancias van imponiendo, acode con las realidades”, especificó.

Tras indicar que la Constitución es imperfecta en algunas cosas, advirtió que la figura legal de la  cuestión de confianza no está adecuadamente regulada.

“Que en la posibilidad de someter a una cuestión de confianza, por parte del Ejecutivo frente al Legislativo, la Constitución es extremadamente genérica. Y las circunstancias de estos días la han puesto a prueba y han demostrado que se va a requerir una reglamentación. Y eso algo que estaría señalando también al Comisión de Venecia”, apuntó.

En otro momento, Schiappa –Pietra cuestionó que en las últimas tres décadas la clase política no haya aprendido la triste lección de la corrupción y destrucción de los valores democráticos, perpetrados por el fujimontesinismo.

“Esa la gran frustración que la inmensa mayoría de ciudadanos cargamos. Todos creímos que la restauración democrática iba a significar un voltear la página y dejar atrás ese legado de corrupción. Esto pone en evidencia que los intereses corruptos son sumamente poderosos. Y que están dispuestos a bacera lo que sea para capturar las instituciones del Estado, porque sin dicha captura no pueden prosperar… A los ciudadanos no corresponde dar esa lucha para que las cosas vayan cambiando”, concluyó.

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