RCR, 31 de enero de 2023.- Ernesto Álvarez Miranda, expresidente del Tribunal Constitucional, dijo que aceptar que las elecciones sean el 2023 sería ceder a la presión y al chantaje de los extremistas de izquierda, que buscan imponer una asamblea constituyente acorde a sus intereses. Señaló que el adelanto de elecciones debería ser para el 2024.
“Es procedente el adelanto, pero hay que tener en cuenta de que ir a un proceso electoral para elecciones generales en condiciones de violencia política, de toma de carreteras, intento de toma de aeropuertos, violencia incluso en los mercados, chantaje al a los comerciantes y a las personas que trabajan sería prácticamente imposible hacer una campaña electoral”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que establecer las elecciones para el 2023 condena a que el proceso electoral viva el mal humor que existe hoy en día en el sur y en el centro del Perú. “Posiblemente eso conduzca a la elección apresurada de muchos extremistas en el Congreso y aumente en forma ficticia y coyuntural el voto por la extrema izquierda, que es precisamente lo que quiere la izquierda”, indicó.
Precisó que la extrema izquierda no quiere votar a favor del adelanto de las elecciones del 2023, porque la condiciona a una asamblea constituyente. “No es cualquier asamblea constituyente, no quieren una reforma total o parcial de la Constitución, lo que quieren es el cambio de sistema con una asamblea constituyente digitada, con delegados de los grupos sociales que ellos dominan”, expresó.
“La presión de la calle entre comillas en realidad es una presión de los extremistas financiados por la minería ilegal, fortalecidos por activistas profesionales de Bolivia y son una minoría. Es una minoría que apela a la violencia, así como la extrema izquierda apelaba la violencia en la década del 80 y el 90. El empleo de la violencia política no puede dar buenos resultados a quien la usa, porque el mensaje para los para los siguientes grupos políticos para las siguientes generaciones es que conviene propiciar muerte y caos porque de esa manera se reemplazan los votos que no se tienen y se logran resultados tangibles por encima de las mayorías”, apuntó.
Remarcó que las elecciones deberían realizarse el 2024. “El adelanto de las elecciones aprobado por el Congreso estipula esas elecciones en el 2024. Si se quiere elecciones en 2023 es necesario volver a aprobar ese proyecto de reforma constitucional por primera vez y hacerlo por segunda vez en la siguiente legislatura ordinaria porque la Constitución establece muy claramente que cualquier reforma constitucional tiene que ser aprobada por dos tercios en dos legislaturas ordinarias o por la mitad más uno de los congresistas y en un referendo”, aseveró.
Manifestó que la presión de la calle tiene que ser respondida en forma proporcional y racional por la fuerza pública, lo que Dina Boluarte se resiste a emplear. “La existencia de muertos cuando uno toma un puerto o un cuartel es ineludible y las fuerzas del orden tiene que tener un estándar mínimo de garantía hacia los bienes que son del Estado y de la sociedad”, observó.
Señaló que el pedido de Dina Boluarte para que las elecciones sean el 2023 condena al país a un referéndum constitucional. “La presidenta Dina Boluarte es una persona con formación política. Ella debe saber perfectamente que esto no se va a calmar. La intención de la extrema izquierda es mantener la situación de violencia durante la campaña electoral para chantajear a los electores a que no acudan a las elecciones, chantajear a los miembros de mesa, reemplazarlos con militantes extremistas. Eso es hacer mucho más de lo que ya se ha visto en las anteriores elecciones”, subrayó.
