RCR, 02 de Noviembre 2020 .- El investigador, experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, reveló que la narcoguerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha invadido el distrito peruano de Teniente Manuel Clavero, en el Alto Putumayo, incluido el puesto Güepí, en la triple frontera con Ecuador y Colombia, para comprar y transportar droga hasta el Brasil. También dijo que en esa zona del extremo norte de Loreto también se encuentran disidentes de la FARC, que se dedican a sembrar coca y elaborar clorhidrato de cocaína.
“El ELN ha irrumpido en territorio nacional. No hay ningún reporte oficial, porque sería grave que la segunda guerrilla que no ha tenido acuerdo de paz, ahora esté operando en un área muy importante del Alto Putumayo, que es el 70% del distrito de Teniente Manuel Clavero. Lo que le interesa al ELN es el acopio de coca y traslado de la droga, a ellos no les interesa sembrar coca como los disidentes de las FARC, que también trafican, a ellos les interesa solo el acopio, solo comprar droga y trasladarla a la frontera con Brasil. Y para eso usan también Güepí, la triple frontera con Ecuador y Colombia”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Indicó que “el ELN ha logrado tener un área de control, un área conseguida producto de negociaciones, la cuenca del Putumayo es inmensa, hay muchísima coca ahí, muchísima producción de pasta y de cocaína”. “Eso es lo que el país tiene que saber, ya tenemos a la segunda guerrilla más antigua de Colombia, que está operando desde Perú a Colombia. Desde marzo del 2008 dimos a conocer que los disidentes de las FARC regresaron a esta zona y se convirtieron en una nueva organización”, manifestó.
Aseguró que entre los años de 1985 y 1997 el cartel de Medellín de Pablo Escobar y el Cartel de Cali incentivaban el narcotráfico en la cuenca del Putumayo. “Desde el año 2000 las FARC alentaban el cultivo de coca en el Putumayo y la llevaban a Colombia. Cuando los disidentes volvieron, empezaron a tener sus propias chacras de coca, sus propios laboratorios de cocaína, pero ahora todo lo hacen en territorio peruano. Antes el destino de la coca era Colombia y ahora el destino es Brasil. Tiene que bajar por todo el río Putumayo, hasta encontrarse en el río Amazonas y entra por Tabatinga. La droga ingresa ahora por el trapecio amazónico”, precisó.
Explicó que “entre el 14 y 17 de febrero pasado el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, menos antigua que las FARC, decretó un paro armado de 72 horas en la cuenca del Putumayo”. “El objetivo era que el ELN pugnara por disputar a los disidentes de las FARC que habían llegado allí en el segundo semestre del año 2018, luego de estar en desacuerdo con el acuerdo de paz con el gobierno colombiano. Este paro tenía como objetivo disputar a los disidentes de las FARC el control del negocio en esta zona”, indicó.
Expresó que “los disidentes de la FARC entraron a la zona a dar protección a la droga, al tráfico de madera y a la minería ilegal”. “Luego pasaron de dar protección a la droga, a incentivar los cultivos de coca, a sembrar sus propias chacras de coca y a tener sus propios laboratorios. En eso estaban a inicios de este año”, recalcó.
“Con el paro armado, lo que busca el ELN es el control de la mercancía, es decir de la droga misma. Trataba de negociar con los disidentes de las FARC una parte de la cuenca del Putumayo. Los resultados lo descubrimos hace poco. El ELN habría logrado tener una cuota de presencia en el Alto Putumayo. Nos referimos al área que va de Anducía, distrito de Teniente Manuel Clavero, provincia de Putumayo, hasta El Carmen, un puerto ecuatoriano. Esto es el trapecio entre Perú, Ecuador y Colombia”, subrayó.
