RCR, 16 de Diciembre 2025.- Tras el reciente atentado contra la vida del periodista Mitzar Castillejos Tenazoa, ha generado profunda preocupación entre los ciudadanos, al tratarse del primer ataque directo contra un comunicador registrado en Aguaytia, pese a los antecedentes de violencia política y narcotráfico que vivió la zona en décadas pasadas.

Roberto Gonzales, director de Radio Amazónica de Aguaytia – Ucayali, señaló que dos sujetos armados dispararon a quemarropa contra el comunicador a pocas cuadras de su vivienda, cuando se dirigía a conducir su programa radial, y en total se realizaron cinco disparos, de los cuales cuatro impactaron en su cuerpo, lo que evidencia una clara intención de silenciarlo de manera definitiva.

“Fue trasladado de emergencia al centro de salud de Aguaytía, donde recibió los primeros auxilios, y posteriormente fue referido al hospital de Tingo María. Allí fue sometido a una intervención quirúrgica en la que se le extrajeron las balas alojadas en el estómago, y de acuerdo con sus familiares, en los próximos días será sometido a una segunda operación para retirar los proyectiles del brazo derecho”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Precisó que la Policía Nacional ya inició las investigaciones correspondientes, sin embargo, hasta el momento no se cuenta con pistas concretas sobre los autores materiales ni intelectuales de este atentado. Mencionó que familiares y ciudadanos han expresado su preocupación por la falta de avances y han solicitado a las autoridades acelerar las diligencias para esclarecer este grave hecho.

“Los familiares descartaron vínculos con autoridades o funcionarios públicos e indicaron que el hecho podría estar relacionado con comentarios críticos realizados en su programa radial contra algunos empresarios de la zona, aunque no se descartan otras hipótesis. Incluso se confirmó que Castillejos habría recibido amenazas aproximadamente diez días antes del atentado”, anotó.

Remarcó que en Aguaytia se advierte un contexto de creciente impunidad, presencia de extorsiones y falta de garantías para periodistas y empresarios, quienes en muchos casos se ven obligados a abandonar la ciudad para proteger sus vidas. “La población espera que este atentado no quede impune y marque un punto de inflexión en la defensa de la libertad de prensa y la seguridad ciudadana en la región”, subrayó.

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