RCR, 02 de diciembre de 2025.- El exdirector general de Inteligencia del Ministerio del Interior, José Luis Gil Becerra, afirmó que los análisis sobre los fenómenos criminales en América del Norte, Central y del Sur indican que Perú se encuentra aún en el nivel más incipiente de la violencia criminal, lo que significa que el fenómeno recién ha comenzado.
En declaraciones a Conexión Perú, de RCR, alertó que el país se encamina a una «mexicanización» de la criminalidad, en donde el crimen organizado podría tomar el control de la economía, el territorio y la política, e incluso hacer justicia en algunos lugares, como ocurre en México.
El exdirector general de Inteligencia del Ministerio del Interior señaló que no hay mucha seguridad de que el asesinato en Piura del precandidato Percy Ipanaque Navarro haya sido un crimen político, sino que a su entender podría deberse a sus relaciones o las actividades profesionales que realizaba.
No obstante, el experto advierte que el crimen político sí se presentará más adelante, pues las economías criminales querrán imponer y someter candidatos en las municipalidades, regiones, ministerios y el Congreso para obtener beneficios y crecer. La tendencia a «atrapar la política» para servir al crimen organizado ya se evidencia en los asesinatos de dirigentes indígenas y campesinos en Perú.
Agregó que las organizaciones criminales necesitan de la política debido a que esta les otorga leyes, normas y un sistema legal que facilita sus actividades, como ocurre con congresistas que facilitan la minería informal o la venta de oro ilegal.
Mencionó que los criminales no persiguen la política para cambiar el país, sino para usar el poder político para desarrollar sus actividades. Su objetivo es evitar estrategias potentes de persecución policial, jurídica, militar o ciudadana contra el crimen, buscando adormecer, anquilosar y minimizar la política.
Finalmente, Becerra afirmó que las fronteras siempre se debieron cerrar, ya que los países tienen el derecho y la obligación de seleccionar a las personas extranjeras que ingresan, pues los derechos de los peruanos a vivir en paz no pueden estar por debajo de ningún otro tipo de libertad.
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