RCR, 01 de diciembre 2025.- Miguel Ángel Ibarra, politólogo y analista político, señaló que el triunfo de Enrique Valderrama como candidato presidencial del Partido Aprista Peruano, refleja un claro mensaje de recambio generacional dentro del aprismo, un partido que mantiene estructuras tradicionales pero que intenta reconectar con un electorado cada vez más joven.
“Recordemos que Enrique Valderrama ha sido analista, abogado y parte del comité político aprista, además de mantener presencia en medios escritos y universitarios. Entonces, su estrategia ha sido acercarse al segmento juvenil, que constituye gran parte del nuevo electorado, lo que encaja con el mensaje de renovación que propone”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Indicó que la cohesión interna del partido será clave para su campaña, particularmente la capacidad de integrar a quienes compitieron en las primarias. Asimismo, sostuvo que, en contraste, la elección interna de Renovación Popular no generó sorpresa, puesto que Rafael López Aliaga ratificó su liderazgo sin competencia significativa y se proyecta como uno de los candidatos con mayor exposición.
“El tablero electoral aún está lejos de consolidarse y será recién entre enero y febrero cuando concluyan las tachas y los procesos internos, es ahí donde se podrá observar un panorama más claro. Es en ese tiempo donde la actuación de figuras como Martín Vizcarra y Pedro Castillo también seguirá reconfigurando la escena política, aunque ambos han perdido fuerza y representación real”, expresó.
Ibarra enfatizó que la candidatura de Mario Vizcarra no reúne los requisitos mínimos para una competencia nacional, dado que carece de propuestas, experiencia en gestión pública y conexión con el electorado joven. “Su discurso se ha centrado únicamente en la defensa del expresidente, actualmente con condena, lo que limita su proyección”, afirmó.
Sostuvo que las perspectivas de bloques políticos como el fujimorismo, estaría concentrando su estrategia en obtener una mayoría parlamentaria antes que disputar la presidencia. En tanto, el comportamiento electoral del sur del país, históricamente vinculado a posiciones más radicales, aún es incierto.
“Es prematuro anticipar un voto cerrado para un solo candidato, ya que la campaña congresal y senatorial podría fragmentar intensamente ese electorado en los próximos meses. Recordemos que el estado actual de la izquierda peruana es de una total división, incluso sin un liderazgo que logre cohesionar sus distintas facciones, tampoco proyecta fortaleza”, manifestó.
Remarcó que la población busca renovación, experiencia y estabilidad democrática, factores que terminarán inclinando la balanza en un proceso electoral que, pese al ruido político, aún no define a sus principales protagonistas.
