RCR, 22 de septiembre de 2025.- Guillermo Dulanto, profesor principal en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Piura, destacó que el proyecto hídrico minero El Algarrobo es una oportunidad para lograr el desarrollo de Locuto, Tambogrande y Piura. Agregó que es importante brindar espacios de diálogo para asegurar no generará daños al medio ambiente ni perjudicará la actividad agrícola y agroexportadora activa en la zona.
“El Algarrobo tendrá una fase hídrica inicial para que después de cuatro o cinco años, comiencen las exploraciones y será bajo la modalidad de una mina subterránea, mas no de tajo abierto. Por lo tanto, desde la academia hemos manifestado que tienen las puertas abiertas para el debate y socialización de información acerca del proyecto con el fin de evitar desinformación y manipulaciones”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
El docente citó la frase “agua primero, mina después” del presidente de la Minera Buenaventura, Roque Benavides, que garantiza el compromiso de la empresa con la comunidad. “La gente debe estar convencida que el proyecto no dañará el ambiente, no perjudicará la actividad agrícola y que la agroexportación será muy activa en la zona”, expresó.
Dulanto enfatizó que toda iniciativa minera debe abordarse en tres planos: económico, legal y político. “En lo económico, se requiere garantizar que los beneficios se reflejen también en la comunidad; en lo legal, cumplir rigurosamente con la normativa, incluida la consulta previa; y en lo político, promover un diálogo permanente con los distintos actores sociales”, afirmó.
Asimismo, advirtió que la oposición a proyectos formales muchas veces está vinculada a la minería informal, que genera graves impactos ambientales y empleo precario. Por lo tanto, sostuvo que la necesidad de demostrar que la minería formal traer más beneficios que perjuicios.
“Ahora la oposición va muy vinculada a la minería informal, es decir, son aquellos que se oponen a que una minería formal se instale en la zona, por lo que es necesario demostrar que la minería formal es mucho mejor que las actividades informales que traen perjuicios para el medio ambiente y empleo inadecuado”, resaltó.
Puso como ejemplo el caso de Arequipa y la minera Cerro Verde, que alcanza niveles de aprobación del 80% debido a la generación de empleo, infraestructura y servicios básicos en la zona de influencia. “Ese tipo de experiencias pueden servir de referencia para evaluar el potencial impacto positivo del Algarrobo en Piura”, apuntó.
Manifestó que Piura enfrenta serias brechas en educación, salud e infraestructura, además de elevados niveles de informalidad y subempleo. En ese sentido, recalcó la necesidad de alinear la inversión pública y privada con el plan de desarrollo regional concertado, priorizando especialmente a las zonas rurales y de la sierra, donde los rezagos sociales son más profundos.
