Informe de Videnza Consultores expone que las deficiencias se concentran en las grandes empresas de saneamiento como Sedapal, que enfrentan una brecha de financiamiento y gestión.
RCR, 01 de Setiembre 2025.- Durante años, se asumió que los problemas de saneamiento eran exclusivos del ámbito rural. Sin embargo, un reciente informe de Videnza revela una realidad alarmante: las zonas urbanas enfrentan deficiencias críticas en la calidad, cobertura y continuidad del servicio de agua potable.
El futuro del saneamiento urbano recae en la gestión de Sedapal y las Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento (EPS) de categorías Grandes I y II. Estas empresas, que gestionan entre 40,000 y un millón de conexiones en ciudades principales e intermedias, abastecen al 90% de los usuarios.
Pese a los avances en el acceso rural (que pasó del 65% al 76% en la última década), la cobertura urbana se ha estancado en un 92%. La situación en los hogares urbanos es precaria: solo el 48% recibe agua potable de forma continua las 24 horas. La calidad es aún más preocupante, ya que apenas el 38% de la población accede a agua con cloración adecuada, mientras que más del 40% consume agua sin cloro detectable. Esto evidencia un deterioro estructural en el servicio.
A nivel nacional, la cobertura de agua potable alcanza el 88.3% y la de alcantarillado el 80.5%, con fuertes disparidades en la continuidad del servicio: el promedio diario es de 15.9 horas. Hay extremos como Sedajuliaca (7.1 horas) y Sedapal (21.5 horas). A esto se suman las pérdidas de agua no facturada, que representan el 37% del total. En 2023, esto significó una pérdida de 496 millones de metros cúbicos, equivalentes a S/ 1,504 millones. Sedapal concentra el 56% de estas pérdidas.
Otro indicador crítico es la micromedición, que solo cubre el 63% de las conexiones. Mientras Sedapal registra un nivel óptimo (88.8%), varias EPS de la categoría Grandes II están por debajo del 15%.
Bajo presupuesto y escaso mantenimiento
La crisis se agrava por el bajo presupuesto y la deficiente ejecución. En 2024, de los S/ 5,600 millones asignados al sector, solo se ejecutó el 66.7%. Entre 2015 y 2024, el desembolso per cápita en zonas urbanas fue de S/ 82, una cifra 11 veces menor que la de las áreas rurales (S/ 950). El análisis financiero del período 2019-2023 muestra que, si bien el Ebitda agregado de las EPS fue del 22.7%, la utilidad final cayó al 4.8%. Solo Sedapal cerró con resultados positivos (10.6%).
Para revertir esta situación, se requieren mejoras urgentes en la gestión, infraestructura y financiamiento. Se necesita profesionalizar la gestión de las EPS a través de Alianzas Público-Privadas (APP) o concesiones. Además, es vital condicionar el financiamiento a resultados, priorizar la micromedición y el mantenimiento, y mejorar la coordinación entre las instituciones involucradas, como el Ministerio de Vivienda, la Sunass y los gobiernos locales.