- Fausto Salinas sostiene que el país está a merced de grupos criminales que articulan, desde la minería ilegal, el narcotráfico, la tala ilegal, con actores políticos.
RCR, 28 de agosto de 2025.- Una de las maneras de enfrentar la inseguridad ciudadana pasa también por combatir la peligrosa infiltración de las fuerzas delictivas al interior de las organizaciones políticas, fundamentalmente las que participarán en el próximo proceso electoral, demandó el analista político, Fausto Salinas.
“Por lo tanto, lo que hay que hacer es empezar a enfrentar eso. Y este papel de la Fiscalía de la Nación, de solamente dedicarse a los delitos con alta rentabilidad política, es muy peligroso, porque está distrayendo el accionar persecutorio del Estado, sobre los verdaderos temas de fondo, que son la corrupción, la minería ilegal, la extorsión, y que son los que afectan las vidas de los ciudadanos, cada día”, subrayó.
En ese contexto, el analista Salinas explicó que el Perú está atravesando por un proceso de deterioro de la institucionalidad muy serio, con un gobierno débil, y una disputa por el poder que tiene muchos frentes entre el Congreso, la Fiscalía, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo; y, lo más serio: a merced de grupos criminales que articulan en el país, desde la minería ilegal, el narcotráfico, la tala ilegal, etc., los mismos que -anotó- tienen actores políticos.
“Entonces probablemente esto va a llevar a la ciudadanía a buscar una solución, en el año 2026, que muestre fuerza, energía en el uso del poder estatal. Porque esta desconcentración del poder, este conflicto (entre estamentos del Estado) que nos muestra una guerra permanente de poder, ya hastió a la población. La población quiere un poco de orden, porque en paralelo se está desintegrando lo elemental, que es la seguridad ciudadana”, enfatizó.
Inestabilidad política y económica ha desincentivado inversiones en el Perú
Salinas expresó igualmente su preocupación por cómo este proceso de inestabilidad política y económica constante que ha padecido el país en estos últimos años, ha desincentivado significativamente las inversiones, fundamentalmente las extranjeras.
“Evidentemente, dejamos de ser el milagro económico de América Latina, dejamos de ser el país con las mejores cifras macroeconómicas. Y lo que hemos pasado a protagonizar es la imagen del Perú con el caos político, los presidentes presos, la disputa por el poder y ahora con las declaraciones de (Donald) Trump, sobre la inseguridad. Entonces, eso ha despintado el Perú como un país que pueda ser atractivo para la inversión”, alertó.
Insistió en que este deterioro “evidentemente pasa una factura, en todo orden de cosas, porque va a afectar el riesgo país, el flujo de inversiones, la estabilidad de nuestras propias inversiones. Es decir, no es casual que el Grupo Romero, el grupo más importante del país, esté trasladando parte de sus activos, fuera del país”.
Habrá fragilidad institucional durante próximo quinquenio 2026-2031
En entrevista con RCR, Salinas avizoró además un panorama nacional pesimista, para el próximo quinquenio, tras las elecciones generales de 2026, con una fragilidad institucional causada por la extrema atomización política, ante una infinidad de remedos de cuestionadas agrupaciones partidarias inscritas en el registro electoral del país.
“Entonces vamos a tener, digamos una fragilidad institucional. Porque los partidos no van a hacer nada. Los partidos están en una pugna fea por tratar de mantener sus cuotas de poder, sus negocios, sus espacios y sus prebendas, a partir de leyes, negociaciones, cuotas parlamentarias. Estos señores nos van a seguir atomizando porque ellos les interesa su ‘negocio’. Y hasta Fuerza Popular está en ese juego”, denunció.
Panorama político eleccionario para el 2026: candidatura de López Aliaga apunta solidez
En cuanto al panorama político de cara a las próximas elecciones generales de 2026, Salinas estimó también que por la derecha se proyecta como una precandidatura sólida, la de Rafael López Aliaga, de Renovación Nacional, quien ha entendido la mejor manera de hacer política, el mismo que -dijo- enfrentará a la obstinación de Keiko Fujimori de optar por una cuarta postulación, y al que puede ser el outsider de centro-derecha, Carlos Álvarez.
Agregó que la izquierda no ha logrado cuajar una candidatura unitaria, que fue el fallido objetivo de Alfonso López Chau, aunque dijo que se debe tener cuidado con los posibles candidatos radicales, como Guillermo Bermejo y Guido Bellido, “que siempre agitan y pueden capturar ese núcleo duro de votantes, como lo hacía Javier Diez Canseco”.
“Debe ser por eso que (el diario) La República está sacando al hermano de Martín Vizcarra para tratar de ponerlo en la guisa, porque no prende la candidatura de López Chau. Y (Vicente) Alanoca se disparó a los pies de inmediato, porque hicieron la apuesta de un maestro, pero esta vez con doctorado y con mucha preparación, y lo primero que hace es reivindicar la reforma agraria, que fue un gran fracaso; y a validar el modelo económico boliviano, cuando este acaba de explotar”, remarcó.
Izquierda sabe reagruparse electoralmente y derecha es frívola y fragmentada
Sin embargo, el analista Salinas reconoció que la izquierda sabe reagruparse en las contiendas electorales, a diferencia de la frivolidad y dispersión de la derecha y el sector conservador del país.
“Tú sabes que yo no soy un hombre de izquierda. Yo soy un hombre, digamos liberal, pero la izquierda es mucho más orgánica en eso. La izquierda te pone en la parrilla tres, cuatro candidaturas. Pero, a la hora en que se acercan los comicios, la izquierda sabe cuál es el que puede pasar, y se perfila detrás de él. Y ahí pone un voto duro”, puntualizó.
Tras referir que si bien la izquierda peruana ha manejado por décadas un discurso antiminero, sustentado en el trabajo de sus Organismos No Gubernamentales (ONGs), ha mantenido una inmensa red a nivel nacional, con la cual logran encumbrar candidaturas de sólido caudal electoral, Salinas lamentó que la derecha haya sido más frívola y persista en una fragmentación suicida, basada en una política de clanes partidarios, con intereses y “negocios” oscuros de por medio.
“Entonces, la derecha tendría que tener una actitud un poco más orgánica, como la de aportar a una candidatura. Fíjese que en el 2021 el voto de la derecha estuvo tan fragmentado, que pudo hacer que el señor (Pedro) Castillo pase (a la segunda vuelta). Bastaba que Rafael López Aliaga, Hernando Soto y Keiko Fujimori se pusieran de acuerdo, para que una de esas fuera la candidatura (única). O que dos de ellas disputaran la segunda vuelta, como pasó en el 2016, que fue PPK con Keiko”, apuntó.
