RCR, 07 de agosto de 2025.- Luis Alberto Chávez, periodista y autor del libro «Agua y Poder en los Andes. Gestión del agua en San Andrés de Tupicocha», alertó que la falta de infraestructura hídrica es un problema latente que genera severas consecuencias en diversas zonas del país, como la Sierra Sur y Cajamarca.
Esta deficiencia se traduce en pérdidas de cosechas y un marcado estrés hídrico, ya que, a pesar de que en algunas áreas como Cajamarca llueve mucho en los primeros meses del año, luego sufren una época de estiaje considerable. En estos periodos, la ausencia de una capacidad adecuada de almacenaje o «cosecha de agua» agudiza el problema, llevando incluso a incendios forestales.
Chávez expresó que la raíz de esta problemática radica en que el país «perdió de vista el desarrollo integral», concentrándose únicamente en el desarrollo costero. Mientras que la costa desértica requiere grandes reservorios, como Majes y Poechos, para transformar tierras áridas en cultivables, la sierra, con su limitada tierra cultivable, no se beneficia de la misma manera de estas grandes obras.
En lugar de ello, Chávez indicó que en la sierra lo que sí funciona es una combinación de pequeños reservorios, la infiltración de las amunas (sistema ancestral de canales y zanjas construidos para la siembra y cosecha de agua en las montañas) y el riego tecnificado.
El autor ejemplifica el potencial de las comunidades al señalar que los comuneros de San Andrés de Tupicocha han logrado almacenar un millón de metros cúbicos de agua en sus reservorios, trabajando sin recibir aporte económico del Estado.
Chávez compara esta cifra con la propuesta de Yanacocha en el conflicto de Conga, donde se planteaba construir un reservorio de 1.4 millones de metros cúbicos. Este paralelismo ilustra cómo la unión de la empresa privada, la fuerza social de las comunidades y una política estatal coherente podría impulsar «desarrollo de gran minería y desarrollo de agricultura» simultáneamente, ya que Perú ha sido históricamente un país agrícola y minero.
Sin embargo, el periodista lamenta que esta dicotomía a menudo se frena por «falsas narrativas» o «cuestiones de carácter ideológico».